Al tener familia italiana y ecuatoriana, desde pequeña me acostumbré hacer y deshacer maletas. Luego, por mi profesión de periodista, los aeropuertos pasaron a ser parte de mi vida. Sin embargo, debo confesarlo; tener que abordar un avión, puede ser equivalente a subirme en una montaña rusa. Te sonará irónico, pero el miedo y el nerviosismo no desaparecen hasta que llega el momento de “abrocharse los cinturones.” Aquí te comparto aquellos tips que me han servido para disfrutar, aún más, de la vida en las alturas.
Para que un viaje sea agradable, tiene que ser seguro y cómodo. La clave está en la organización, desde el momento en que elijo la aerolínea, el horario del vuelo y el asiento.
- Invierto en la aerolínea que me da confianza. Prefiero viajar en horarios que no me obliguen a madrugar. Personalmente, elijo un vuelo nocturno o uno en el día, antes de tener que pasar la noche en vela y ver amaneceres en el aeropuerto, eso no me viene bien.
- Hago el check in. Ir con tiempo siempre me tranquiliza. Además, muchos aerolíneas permiten elegir el asiento, y eso me encanta. Si escojo una salida de emergencia, me aseguro de que éstos puedan reclinarse; de lo contrario opto por otra fila y de preferencia la ventana pero eso sí, nunca, cerca de los baños.
- Tengo una balanza a la mano no quiero pagar sobrepeso o desarmar maletas al pie del counter. Coloco etiquetas especiales en la que estén claros mis datos y tirillas de seguridad que las coloco antes de despachar el equipaje.
- Me visto en capas: pantalones holgados, evito escotes, llevo siempre un suéter, zapatos que sean cómodos.
- En el bolso de mano, además de productos de higiene personal, no faltan en mi neceser la crema hidratante para rostro y manos, chapstik y colirio; si es un vuelo transatlántico, almohadilla cervical y un antifaz.
- Entretenimiento electrónico: Celular, pila extra, audífonos, Kindle con opciones de libros para leer, por lo general me gusta las historias noveladas de personajes representativos de los lugares a donde voy. Laptop para escribir o ver películas.
- Para comer, siempre llevo una mezcla de frutos secos.
- Programo una buena actitud, dispuesta a ser flexible ante los contratiempos. Abro la ventana y sueño despierta; o si la cierro, sueño de verdad… solo me queda disfrutar del viaje y no tener miedo a volar.

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